A nadie escapa que la sociedad de información decide por nosotros en muchas ocasiones. Tanto es así que llega a eliminar nuestros deseos y opiniones. Dentro del fenómeno manipulador deportivo, he encontrado un oasis con nombre y apellidos: Dani Benavides.
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Bilbao, decidió hacer prácticas en Onda Cero Vitoria para seguir los pasos del que fue su ídolo, José María García. Allí permaneció tres años. Su pasión por la Literatura le hizo estudiar Filología Hispánica y doctorarse en Ciencia Literaria en Vitoria, su ciudad natal.
Actualmente cumple su cuarta temporada en ABC Punto Radio en el equipo de Abellán en Punto, al tiempo que, afincado en Madrid trabaja para el CSD (Consejo Superior de Deportes), máximo organismo de deportes en España.
Como periodista trata de ser objetivo e imparcial. Podemos leer algunas de sus contribuciones en la web www.zoomnews.es. Mientras tanto aquí os dejo la entrevista que pude hacerle hace un par de días.
Desde fuera, el
periodismo deportivo es concebido como un mundo lleno de depredadores y donde
impera la ley del más fuerte. Todo amante del deporte conoce esta situación.
¿Por qué te decantaste por este campo informativo?
-Cuando eres un niño de seis años
tus dotes intuitivas resultan mínimas, no dispones de la sagacidad necesaria
como para identificar “lo malo” y, en cambio, tiendes a idealizar todo aquello
que te aporta felicidad. El periodismo deportivo siempre me acompañó en mi
formación personal, desde niño me recuerdo escuchando los programas de José
María García, comprando el Marca o la Revista de Gigantes del Basket, sin
duda eran quehaceres que me colmaban. En esa fase de mi vida José María García
era mi referencia máxima, al que mitificaba ante mis profesores, amigos o
familiares. Anhelaba trabajar junto a él algún día. Incluso, me oponía siempre
a su rival, De la Morena, inducido a pensar que era el “representante del mal”.
Con el tiempo te das cuenta de que no existen “malos” ni “buenos”, sino que los
fuertes que imponen las leyes, es decir, los que están en la cima de los
medios, son figuras con características semejantes. Denuncian en el otro, lo
que no se denuncian a sí mismos.
El deporte al que
tienen acceso la mayoría de personas está separado por un abismo del deporte de
élite. Como practicante a nivel amateur y conocedor de las competiciones
profesionales, ¿qué diferencias notables aprecias entre ambos?
Siempre he practicado deporte con licencia federativa. Soy
un defensor del partido “de competición” antes que de la pachanga con los
amigos. Me atrae que todos los participantes de un encuentro se “tomen en
serio” el juego. Esa mentalidad me ha facilitado muchos mis análisis como
periodista. El haber sido jugador federado durante tantos años te aporta unas
dosis de experiencia, de psicología, que te permite conocer en detalle el juego
desde dentro. Eso sí, eres consciente de que no es tu profesión ni tu oficio,
es una manera de orientar tu ocio, pero con un compromiso sólido de por medio.
Nunca faltas a un partido, siempre intercambias pareceres con los compañeros,
con los rivales.., te interesa hacer lo posible para que tu equipo gane.
La principal diferencia viene motivada por el grado de
profesionalidad. Un jugador amateur “paga” por jugar, aunque sea mínimamente.
Incluso cuando obtiene recursos de pequeños comercios del barrio que financian
su actividad, no deja de estar entregado “en tiempo” a esa causa. En ningún
caso recibe ninguna remuneración alguna. Un deportista de élite vive del
deporte y, en ocasiones, eso le lleva a alejarse de los valores esenciales del
deporte, para convertirse en una especie de mito, que se cree por encima de las
personas. La popularidad que a veces define al deportista de élite puede
resultar gravemente perjudicial para ellos mismos, hasta el punto de que les
lleve a desentenderse de la formación, de la necesidad de asegurarse un futuro.
El deportista amateur sabe que vive de otra cosa. El deportista de élite, a
veces no advierte de la fugacidad de su carrera, y no se prepara para el día
después de su retirada.
Todos hemos pensado
cómo actuar si fuésemos famosos. Gracias a las redes sociales, sabemos que tu
trabajo es reconocido por miles de personas, pero ¿te reconocen por la calle?
Apenas he participado en ningún medio televisivo que, en la
práctica, son los que te garantizan la repercusión. La tele es el medio de más
alcance, cada figura televisiva nos resulta familiar y la identificamos
fácilmente. Curiosamente, en las pocas ocasiones que comparecí en una tertulia
local televisiva, me reconocía tanto mi médico, como la dependienta de la
panadería del barrio, como la cajera del supermercado. En cambio, tú puedes
intervenir en la radio todos los días y a todas horas que, salvo contadas
excepciones, nunca te identifican visualmente. Eso sí, cuando te escuchan la
voz sí que pueden “descubrirte”.
Vamos a centrarnos en
tu trabajo actual en el CSD. Cuando supe que practicar deporte era parte de tu
trabajo pensé que era el mejor trabajo del mundo. ¿Realmente es así?
No, jeje, en realidad no es así, ya que los jefes no te
piden que hagas ejercicio. El CONSEJO SUPERIOR DE DEPORTES es un organismo
autónomo dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Como
Administración, cuenta con un espacio libre entre la jornada de mañana y la de
tarde. En concreto, desde las 14.30 hasta las 16:30, uno dispone de tiempo para
comer o ejercitarse. El privilegio se resume en que este Centro de Trabajo se
cuenta con instalaciones idílicas. Así que el empleado del CSD tiende a
“dejarse llevar” y es muy frecuente que nade, cultive su cuerpo en la sala de
pesas, practique gimnasia de mantenimiento, reciba clases de tenis y, como es
mi caso, que cada día practique fútbol o baloncesto, mis dos deportes
predilectos.
El CSD es la cúspide
del deporte nacional. De él beben las pequeñas federaciones, los clubes de toda
España, entre otros organismos. No escapa a nadie la difícil situación que
atravesamos. ¿Cómo se sobrellevan las dificultades que plantea la situación
económica española y europea?
El impacto está por ver. Parece que los Deportes no
Olímpicos van a ser los principalmente perjudicados. En general lo que le va a
ocurrir al deporte es lo que le va a ocurrir al cine, al teatro…El Estado cada
vez va a estar con menos disponibilidad para subvencionar y, se necesita
ingenio para encontrar mecenas, patrocinadores y en general, financiación
privada. En definitiva, por mucho que sea un abanderado del deporte, en esta
situación difícilmente se admiten las excepciones. Todas las Federaciones
deberán redimensionarse.
El periodismo
deportivo da facilidades para viajar y conocer nuevos rincones. Personalmente,
estaría encantado de que parte de mis labores fuese recorrer kilómetros al
encuentro de algún evento deportivo, ¿concuerdas conmigo en esta pasión o, como
todo, cansa el hecho de vivir con la maleta siempre a punto?
Coincido contigo en que es la pasión característica del
periodista deportivo. Siempre existen auténticas “fricciones” para saber a quién
se le designará para cubrir unos Juegos Olímpicos, una Eurocopa o un Real
Madrid-Barcelona. Celos, envidias, falta de respeto hacia el compañero
elegido…Todo ello me suena. En este sentido, una redacción puede ser como el
vestuario de un equipo, todo el mundo con el egoísmo de sentirse el más
preparado para viajar. Hay que tener en cuenta que, el periodista viajero suele
recibir dinero adicional en concepto de DIETAS, amén de que aumenta su
prestigio. No obstante, en su momento tuve la oportunidad (hará 4 o 5 años) de
haber ingresado en ese tipo de periodismo. Me lo ofrecieron, pero lo desestimé.
Me decanté por la vía del comentarista sedentario, que no resulta competencia
para nadie, y que vive los eventos con ponderación, con sosiego, sin ruido
ambiental, con la única idea de analizarlos y desglosarlos convenientemente.
Ante todo quiero
agradecer tu colaboración porque sé lo ocupado que estás siempre. Por último,
me gustaría que compartieses alguna anécdota curiosa que te haya acaecido en el
trascurso de tu profesión como periodista.
Tengo varias y, todas ellas, dedicadas a oyentes que se
convirtieron en amigos. Para mí no hay nada más respetable que una persona que
dedique parte de su tiempo de ocio a “prestar atención a mis mensajes”. Para mí
un oyente es mi verdadero modelo, ejemplo a seguir. De hecho sigo en el twitter
fundamentalmente a los oyentes. Me interesan todas sus vidas particulares.
Estoy desengañado de los periodistas top. No me interesan, salvo aquellos con
los que comparto trabajo.
Sobre anécdotas con oyentes, recuerdo que uno, que sabe
mucho más que yo de fútbol, escribía a la radio para plantearme retos históricos
muy difíciles de averiguar y ante mi incapacidad para resolver uno de ellos,
opte por contactarle para que no fuera un examinador tan severo. Desde entonces
trabé amistad con él, y me di cuenta que grababa todas mis secciones.
También recuerdo como iba hablando en un autobús, y al
llegar a mi destino, el chófer rápidamente identificó toda mi trayectoria
periodística. Recientemente, fui a jugar un partido de fútbol sala con el resto
de compañeros de la radio. Cuando se enteró el árbitro que éramos de ABC PUNTO
RADIO, preguntó por “Daniel Benavides”, al que seguía de siempre. Me hizo
ilusión, y hablando con él me confesó que era del Milan, y me pidió que
calificara mejor al equipo de sus amores.
Mis agradecimientos por esta entrevista a Dani Benavides (@danibenavidesPR), persona con escaso tiempo libre debido a su vida laboral y que siempre encuentra hueco y tiempo para hablar con amigos y compañeros, y también por la colaboración, como siempre, de Manuela Sánchez Dorado (@mandisanz)
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