No es fácil adaptarse a un cambio como el que estoy viviendo. Y más si nunca en mis 29 años lo he hecho. Pero después de varias sesiones de entrenamientos y un partido amistoso todo va bien dirigido y estoy acoplándome perfectamente a la nueva filosofía tanto de club como de equipo.
Aún son varias las piezas que faltan para completar el puzzle, pero los que estamos vamos formando poco a poco el grupo familiar que hará que la temporada sea una aventura, en la que lo pasaremos de miedo jugando a lo que más nos gusta.
Las pretemporadas son odiosas en el 95% de los casos: preparación física, carrera, pesas, flexiones... Pero me he encontrado con una "pre-seasson" particular, donde trabajamos mucho el estilo de juego a seguir durante el año, pautas y normas que cumplir para que el equipo funcione al unísono. Ejercitamos el tiro, poniendo el punto de mira a tono para los compromisos amistosos. En definitiva el balón es el protagonista en este inicio de curso.
Hablando del balón: este año la FAB (Federación Andaluza de Baloncesto) se ha desmarcado creando un balón propio, nuevo respecto a los Molten que usábamos hasta ahora. Se trata de una bola de cuero, de un sólo color marrón, con un tacto diferente y las siglas de FAB en la superficie. Pienso que incluso en categorías como la nuestra deberían pedir la opinión del jugador a la hora de hacer estos cambios.
El sábado pasado disputamos el primer amistoso, desplazándonos a Ecija. Los sevillanos juegan en la misma categoría que nosotros pero están encuadrados en el Grupo Occidental, así que salvo que los dos equipos quedemos en posiciones altas no nos volveremos a ver en todo el año. Hubo una anécdota particular que tiene que ver con el baloncesto pozoalbense, y es que coincidimos dos jugadores tarugos sobre la pista, Pedro Blas García (juegará esta temporada en Ecija) y yo. El encuentro se resolvió con victoria por 61-73, completando una gran segunda parte, con un compromiso de los jugadores encomiable.
Personalmente terminé satisfecho mi "debut" con el equipo minero. Si bien contábamos con varias bajas en mí posición y pude disputar bastantes minutos en los que ayudé al equipo tanto ofensiva (14 puntos) como defensivamente.
Como anécdota destaco la tradicional "selección de dorsales". Por todos es sabido y como bien indica el nombre de este blog mi número siempre ha sido el 5. Esta temporada tendré que cambiarlo debido a que mi querido DORSALCINCO estará ocupado por mi compañero David Delgado. Así el sábado utilicé el dorsal 15, aunque por motivos de tallaje. Durante el año utilizaré un número con un significado emocional por quien lo suele portar, el número 7, ya que tanto mi ídolo profesional (Juan Carlos Navarro en la selección española) como uno de los compañeros durante muchos años de mi carrera en el CB Pozoblanco (Ricardo Zambrano) son dignos representantes de dicho dorsal.
Todo esto ha dado de sí la primera semana de entrenamientos. Seguimos trabajando duro y con ilusión. Y aquí seguiré contando mi aventura.
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