El Bayern desnuda al Barça. La Champions, una utopía.

El FC. Barcelona se dejó ayer muchos de los credenciales que años atrás había conseguido deslumbrando al mundo del fútbol. En el Allianz Arena se presentaba una batalla desigualada a priori debido a la inaccesible forma física que presentaba el Bayern Munich y las justas fuerzas con las que llegaba el equipo de Tito Vilanova. Pero son unas semifinales de Champions League, una eliminatoria en la que tanto Bayern como Barça se sienten muy a gusto.

Tito dejó al equipo tras su marcha a Nueva York (debido a su enfermedad) con unos claros síntomas de decadencia física y mental. La fluidez del juego blaugrana ha bajado enteros esta temporada, dejando de ser ese martillo pilón de anteriores ejercicios. Además los equipos contrarios han dejado la candidez con la que muy a menudo afrontaban los partidos ante el "todopoderoso", provocando que veamos a un equipo inseguro en su linea defensiva y previsible en la manera de encarar el marco contrario.

Quizás sea oportunista en criticar dichos aspectos tras la derrota de anoche, nada más lejos de la realidad, los barcelonistas muestran dichas carencias desde el pasado Diciembre. Salvando partidos brillantes ante Málaga (2-4), Atlético de Madrid (4-1) y Milán (4-0), los de Tito no han sabido o les ha costado competir contra rivales inferiores. El Barcelona ha perdido fluidez en el juego, el balón circula con más lentitud de lo normal, los jugadores no se muestran tan participativos y la premisa es hacer llegar el esférico lo antes posible a Leo Messi para que encare portería  La diferencia con la anterior etapa de Pep Guardiola es que el argentino recibía en el borde del área  con la única necesidad de evitar a uno o dos defensores, tirar una pared y culminar. Hoy Leo vislumbra el arco desde muy lejos, zona 0 desde donde no hace daño y necesita de más repertorio para poder hacer gol. Aun así ostenta la increíble cifra de 43 goles en Liga.

Hablamos de forma física deficiente debido a que el equipo que entrenaba Pep presumía de llegar al tramo en que nos encontramos en condiciones muy superiores a sus rivales. Las finales de Roma 2009 y Wembley 2011 se ganaron a raíz de dos segundas partes antológicas donde el Barça desplegó una fuerza física y mental fuera de lo común.

Pero no todo es cuestión de físico. Equipos como Granada, Real Sociedad, Betis,.. encaran partidos ante Barça y R.Madrid con una palpable diferencia de forma física, lo que provoca que sus entrenadores busquen y encuentren la actitud del jugador por encima de todo. Dichos clubes son capaces de plantar cara e incluso ganar estos partidos debido a la fuerza de voluntad, al coraje, tesón y rabia que provoca una ACTITUD positiva.

El Barcelona falló ayer desde la convocatoria. Cristian Tello está siendo el jugador más desequilibrante del último tercio de temporada azulgrana. En un partido donde el choque y la velocidad estaría a la orden del día, se piensa que el canterano podría haber sido pieza clave.
Otra decisión de la que nadie obvia hablar es la inclusión de Leo Messi en el once. Viajó si el alta médica a Munich, con síntomas de inseguridad sobre su rendimiento. Los servicios médicos del club lo confirmaron apto pocas horas antes del encuentro, por lo que su titularidad se recibía con alegría. El argentino mostró, desde que tocó el primer balón, que no estaba en condiciones de disputar una batalla de tal magnitud. Aquí surgen varias cuestiones: ¿ Por qué Tito y el cuerpo técnico no descartan al jugador e incluyen otro con mejores prestaciones?; ante la duda del estado de Leo, ¿Por qué Tito no lo sustituye a tiempo?; y por último, ¿Por qué Messi, a sabiendas de su lesión, no descarta su inclusión en el 11?.

Ayer los azulgranas parecían un equipo menor, un equipo asustado y amedrantado por un tren de mercancías  Daba sensación de esperar a que le cayeran pocos goles y resolver en la vuelta. Un conjunto conformista con la posesión del balón, posesión discutida en muchos momentos por el equipo alemán. Jugadores resignados ante la diferencia, sin ninguna solución táctica  En definitiva el Barça fue incapaz de dominar, de generar juego y ocasiones.

Pero al Cesar lo que es del Cesar. El Bayern Munich es el equipo mejor preparado y con las mejores cualidades en Europa para ser campeón de todo. Una "scuadra" compacta, unida, enérgica, con jugadores con el rol aprendido y con la espina aun clavada de la Champions League pasada que escuece menos conforme van realizando exhibiciones.
Jupp Heynckes ha confeccionado un bloque sólido, basado en una linea defensiva joven pero compacta, un centro del campo rocoso a la vez que mágico en la circulación del balón, y una delantera de las de antes, con dos delanteros y dos extremos pegados a la linea de cal desbordando a cuantos se pongan en su camino.

La vuelta, dentro de una semana, puede presentarse como un mero trámite futbolístico, sin aliciente ninguno, o tener una rendija de luz por donde poder aprecia alguna posibilidad azulgrana de dar la vuelta a la eliminatoria. De ello se encargan los jugadores. Sus estados de ánimo harán que los seguidores creamos o no en otra noche mágica. Aunque para empezar, ayer Leo Messi dió las primeras muestras de desaliento: "Si no somos capaces de dar la vuelta a la eliminatoria habrá que ir pensado en la próxima temporada"-declaró el argentino.

Estos jugadores han echo muy grande el escudo que llevan al pecho. Ni eran eternos como Guardiola dijo ni son jugadores de segunda como hoy los describimos, pero por el nombre del club y sus colores han de morir en el partido de vuelta, dejar la última gota de sudor y sangre ante una afición que los ha venerado, lavar la imagen dada y decir alto y fuerte quien es el FCBarcelona. Ese es el pensamiento del seguidor culé. O al menos el mío.